Las cocinas abiertas al salón cada vez ganan más terreno en las tendencias de diseño de cocinas e interiorismo.

Resultan una opción muy atractiva, ya que permiten una transición fluida entre la cocina y el salón, e incluso el comedor, creando un espacio cohesivo y armonioso. Este diseño puede ser muy estético si se utilizan materiales y colores coordinados que den como resultado un ambiente elegante y sofisticado.

No obstante, todavía hay quienes tienen dudas sobre si es conveniente o no decantarse por una cocina abierta al salón en su reforma.

Si haces parte de ese grupo de personas, este artículo es para ti.

Conoce al detalle lo que implica tener una cocina abierta al salón y despeja tus dudas aclarando sus ventajas y desventajas.

Comencemos describiendo lo que es una cocina abierta al salón.

También se le conoce como cocina americana y se instala dentro de la tendencia del open concept en interiorismo y decoración. Es aquel tipo de cocina que descarta paredes o muros para así estar unida a otras estancias de la casa, generalmente el comedor y la sala de estar, formando en conjunto un gran espacio.

Precisamente la ganancia de espacio es probablemente una de las principales razones por las que hay mayor predilección por la cocina abierta al salón durante el diseño y reforma de esta estancia.

Hay que decir, sin embargo, que contar con un espacio muy amplio no es garantía de funcionalidad y comodidad al 100 por ciento.

La sensación de amplitud es mucho mayor en una cocina abierta, puesto que al estar comunicada con otras estancias de la casa genera un espacio diáfano y polivalente.

De hecho, esta ventaja es más evidente en viviendas pequeñas en las que parece que el espacio se multiplica solo al tirar una pared.

Al eliminar la barrera visual que implica una pared, las cocinas abiertas al salón favorecen la función social de la estancia, especialmente durante reuniones familiares o con amigos.

Cocinar ya no será un motivo de “aislamiento” respecto al grupo durante las reuniones sociales en casa.

Conectar la cocina con el salón o el área del comedor aporta una mayor entrada de luz natural debido a que automáticamente aumenta número de ventanas en este espacio amplio y diáfano.

Por razones similares al punto anterior, con las cocinas abiertas habrá mayor probabilidad de generar corrientes de aire que favorezcan la ventilación y ayuden a eliminar los olores y vapores generados al cocinar.

Otros beneficios de tener una cocina abierta al salón son el aporte de una estética moderna y elegante a la vivienda; una mayor funcionalidad y versatilidad del espacio para adaptarlo a diferentes necesidades y estilos de vida; y la mejora del valor de la propiedad haciéndola más competitiva en el mercado inmobiliario.

Es necesario asumir que los olores invadirán el espacio mientras estés cocinando. Es un inconveniente muy presente en las cocinas abiertas al salón, aunque de fácil solución aprovechando la ventilación natural en este tipo de distribuciones y con ayuda de una buena campana extractora.

El uso de electrodomésticos y el ruido que generan puede ser molesto en una cocina abierta al salón, ya que se propagará con mayor facilidad.

Al estar a la vista, las cocinas abiertas al salón requieren un mayor mantenimiento y cuidado para procurar que estén ordenadas, limpias y con un mobiliario y electrodomésticos en buen estado.

En una cocina abierta al salón es poco probable cocinar sin interrupciones.

Otros inconvenientes de las cocinas abiertas al salón pueden ser una menor flexibilidad en el diseño de la cocina de manera independiente, puesto que debería integrarse de manera estética con el salón; así como la necesidad de una selección más cuidadosa de electrodomésticos preferiblemente integrados y con avances tecnológicos suficientes para garantizar las mejores prestaciones para una cocina de este nivel.

Si no te convencen las ventajas y desventajas que te hemos descrito para que puedas decidir si es conveniente o no una cocina abierta al salón en tu reforma, una alternativa puede ser optar por una cocina semiabierta.

Instalar paredes o puertas acristaladas con grandes aperturas te permitirá aprovechar las ventajas de una cocina abierta al salón como una mayor iluminación y la visibilidad hacia otras zonas de la vivienda, pero sin perjudicarte con las eventuales desventajas como la expansión de olores y ruidos.

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No te preocupes. Aquí te ayudamos a diseñar la cocina de tus sueños.